De entre todas las enfermedades que puede contraer nuestra
mascota canina, es la obesidad la que comienza a destacar sobre las demás, y es
que en los países desarrollados ya es el problema más habitual en relación con
la salud de los perros. Debido al aumento de la incidencia de este mal entre
nuestros amigos, la ciencia ha realizado numerosas investigaciones para que
podamos identificar con facilidad sus factores de riesgo, cuál es la naturaleza
exacta de las enfermedades que van asociadas a la obesidad y cuáles son las
mejores ideas y estrategias para tratarla, evitando que llegue a darse o
reduciendo sus síntomas.
¿Qué es la obesidad canina?
Para que podamos empezar a comprender este tremendo problema
que sufren nuestras mascotas, curiosamente al mismo nivel y en los mismos
lugares donde también la sufren las personas, es decir, en las sociedades
industrializadas, debemos definir la obesidad como la acumulación en exceso del
tejido adiposo del cuerpo del animal.
Tampoco hay diferencia entre el aumento de la mortalidad en
hombres y perros por este problema de salud, y es que el incremento de la masa
adiposa aumenta la morbilidad y el riesgo de muerte. En estudios sobre razas
concretas, como el Labrador Retriever, una masa adiposa que supere el 25 %
produce una mayor insulinorresistencia, es decir, la condición física en la que
la insulina no consigue una respuesta apropiada de las células, por lo que se
produce una disminución importante en la capacidad de acción de las células
sobre el control metabólico de la glucosa después de las comidas, con lo que se
predice una disminución del tiempo y la calidad de vida, además de un aumento
importante de las enfermedades crónicas.
Se calcula que, en los países desarrollados, entre el 20 y
el 45 % de los perros sufren sobrepeso u obesidad. Pero ¿sabes cuál es la
diferencia entre estos dos conceptos? Pues muy fácil, se puede decir que un perro
sufre de sobrepeso cuando su peso corporal supera en más del 10% su “peso
corporal ideal”. Y sería obeso si su peso corporal sobrepasa al ideal en un
20%. Incluso en casos extremos, tiene solución si se detecta y se toman medidas
para atajar el problema.
Cómo distinguir si nuestro perro está en su peso ideal
Aunque el problema es la obesidad, observándolo podremos
saber si mantiene un buen régimen alimenticio. Estará muy delgado si se
encuentra entre el 10 y el 20 % por debajo de su peso. En este caso, se podrán
observar marcadas las costillas, la columna vertebral, pelvis y demás
protuberancias óseas, y el abdomen muy marcado. Se considera que está delgado, si
está solo por debajo del 10 % de su peso ideal y seguirán viéndose las
costillas, la columna vertebral y la pelvis.
Si se encuentra en su peso, ni las costillas ni las
protuberancias óseas se verán, pero se tocarán fácilmente, no existirá la
cintura abdominal, tendrá una gruesa capa de grasa alrededor del cuerpo y le
colgará algo el abdomen.
El problema comienza con un 10 % de sobrepeso, pues tendrá
una mayor probabilidad de contraer enfermedades, la diferencia se encontrará
principalmente en que tendremos dificultades para tocar sus costillas y su
columna vertebral. Aunque el mayor nivel de riesgo lo corre si sufre, como
estamos viendo, obesidad. Se consideran perros obesos a aquellos perros que se
encuentran con 20 % por encima de su peso ideal, todo su cuerpo lo cubre una
gran capa de grasa, sobre todo en el torax, columna y abdomen, no conseguimos
palpar, si no es con esfuerzo, sus costillas, y desde una perspectiva aérea no
conseguimos diferenciar su cintura.
Efectos de la obesidad, factores y cómo evitarlo
Es lógico suponer que, si nuestro perro consume exceso de
calorías, estas se acumularán en forma de grasa, lo que producirá un enorme
riesgo para su salud al producirse cambios en su metabolismo que abrirán la
puerta a enfermedades articulares y respiratorias, diabetes, pancreatitis y
disminución del tiempo de vida.
Son el exceso de calorías, el desequilibrio de nutrientes,
una vida sedentaria, la edad (a mayor edad, menos desgaste, por lo que deberá
recibir una proporción menor de calorías), su estado físico y las conductas de
ansiedad los factores más relevantes que pueden conducir a la aparición de
sobrepeso y posteriormente obesidad.
Por último, señalar que para evitar este terrible mal en
nuestras mascotas debemos controlar las calorías en su alimentación en
dependencia de su edad y actividad física, evitando esas chuches hipercalóricas
siempre. Evitar también las sobras que ingieren, ya que lo que a nosotros nos viene
bien para ellos puede representar un exceso, dividir su tomas en tres veces al
día, que realice ejercicio físico con regularidad, sabiendo que si corre consumirá
entre dos y tres veces más calorías que si nos acompaña a nuestro paso.
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